21 de marzo de 2014

La necesidad de parar y mirar

Andamos por la vida rápido, mal y sin pensar, confiando en que ya tendremos tiempo de disfrutarla más adelante, cuando seamos mayores y sin nada mejor que hacer. Creo que no deberíamos esperar para disfrutar de las pequeñas cosas de cada día, para pasear lentamente o para, de repente, parar y mirar.
Fotografía: Ohlali 
De camino al trabajo o la universidad, de vuelta a casa o en una mañana de cualquier domingo. Salir de casa y oler el mar, respirar aire puro en un día de montaña, ver como todo se llena de flores ahora que llega la primavera o pasear bajo la lluvia en un día de invierno. Desayunar en cualquier terraza de la ciudad o improvisar un picnic en el parque más tranquilo, escapar por unas horas a la montaña más cercana para entrar en contacto con la naturaleza o respirar la frescura del mar, aunque sea desde la arena. Y coger la cámara para capturar esos grandes momentos.

¿Por qué nos olvidamos de aprovechar esas cosas buenas de la vida, que no cuestan nada y lo dan todo? Vivimos acelerados sin razón, poniendo excusas, dejándonos llevar... Contamos los días para que llegue el fin de semana y entonces, nos quedamos encerrados entre cuatro paredes, sentados en el sofá, mirando el televisor y viendo pasar las horas hasta que el fin de semana se escapa, también, de nuestras manos.

¿Tampoco sería tan difícil hacer cualquiera de estos planes de vez en cuando, no os parece? Entonces, os animáis a moveros de esos sofás que os atrapan y pasar este fin de semana disfrutando de esas pequeñas grandes cosas, de la llegada de la primavera y de un ritmo un poco más slow?

¡Que tengáis un feliz fin de semana!






1 comentario:

  1. A mi me encantan esos momentos. El contacto con la naturaleza es imprescindible para mí. Esos momentos son lo mejor de la vida, y como tu dices, no valen nada y nos dan tanto. Me ha encantado esa frase. Un beso y feliz fin de semana

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